Las Playas de Los Ángeles en Bicicleta, Parte 2: de Playa del Rey a Playa Torrance

Una de las características más determinantes de L.A. son sus hermosas playas. Largos estrechos de cálida arena que pueden ser encontrados por toda la costa de Los Ángeles, donde la orilla occidental de los EE.UU. se encuentra con el Océano Pacífico. Una de las más disfrutables formas de explorar las playas de L.A. es por la ciclopista Marvin Braude de 35 kilómetros de largo, conocido como “el Hilo”. El camino pavimentado comienza en la playa estatal Will Rogers cerca del Pacific Palisades y va al sur hasta la playa Torrance.

La primera parte de nuestra guía cubre la pista desde la playa estatal Will Rogers hasta Marina del Rey. Ahora, la segunda parte comienza en Playa del Rey, va por las Beach Cities del South Bay (Manhattan, Hermosa, Redondo) y termina en la playa Torrance. Con un paso vigoroso y constante, es posible andar toda la pista en un sentido en menos de dos horas. Pero fácilmente te podría tomar el día entero, deteniéndote en decenas de lugares en el camino.

Algunas cosas importantes a tener en cuenta cuando andes en bicicleta por una parte o toda la Ciclopista Marvin Braude:

1. Protégete. Seguramente hará un hermoso día en las playas, así que tendrás mucha luz solar directa. Usa protector solar a lo largo del día y después de meterte en el agua. También usa casco.
2. Trae agua y comida. Andar en bicicleta, incluso a un paso lento, requiere más energía de la que puedes pensar, así que asegúrate de llevar suficiente agua y comida.
3. Tómate tu tiempo. A menos que tu meta sea recorrer toda la pista, es bueno que te tomes tu tiempo para andar de una playa a la otra, pasando tiempo de relajación y explorando lo que cada lugar tiene para ofrecer.
4. Trae un candado. Probablemente quieras detenerte en algún restaurante, café o caminar por la playa y mojarte los pies en el mar. Asegúrate de que tienes lo que se necesita para mantener tu bicicleta segura y te puedas meter sin preocupaciones.
5. Ten cuidado. La ciclopista puede estar muy concurrida, especialmente en fines de semana. Puede ser que a veces tengas que ir más despacio y navegar entre algunos puntos muy atestados. Es mejor irte por lo seguro y bajarte de la bici si hay una densidad muy alta de peatones.
6. Renta una bicicleta. Si no tienes una, puedes rentarla en una de las muchas sucursales del Perry’s Café o uno de los muchos negocios de renta de bicicleta en la playa que puedes encontrar por todo el camino.

Una fresca y pequeña comunidad playera y un grandioso lugar para conseguir una hamburguesa.

Si has seguido nuestra guía y comenzaste tu viaje en la playa estatal Will Rogers, para cuando llegues a Playa del Rey ya habrás recorrido más de 16 kilómetros, o sea ¡casi la mitad del recorrido! Playa del Rey es una de las más pequeñas y subestimadas comunidades playeras del recorrido, pero es un lugar perfecto para salirse del camino e ir por algo de comer, tal vez un cono de nieve en Playa Provisions, una hamburguesa de The Shack o algunas de las pastas caseras en el Caffe Pinguini Italian Restaurant.

Si quieres enfocarte tus actividades ciclistas en el lado sur de la ciclopista, entonces estacionarte en Playa del Rey y hacerla tu base es una excelente opción. Encontrar un lugar de estacionamiento es usualmente fácil.

Las fogatas y el tráfico aéreo de LAX hacen del Dockweiler un tramo único del Hilo.

La Playa Estatal Dockweiler tiene algunas características clave que la hacen especial en este viaje ciclista. La playa está punteada con grandes hogueras que están abiertas al público (aunque tienes que llevar tu propia leña) y los aviones que salen del LAX que está cerca de ahí rugen por arriba mientras suben al cielo sobre la playa. Por ello siempre hay un divertido encuentro con el constante tráfico aéreo. Las hogueras permanecen abiertas al público hasta las 10 de la noche y se usan conforme van llegando. Este es uno de los pocos lugares donde puedes tener una fogata en la playa en L.A., por esa razón puede ser un lugar popular, especialmente los fines de semana.

Pedalear por Dockweiler y por la cercana playa El Porto resulta bastante placentero, pues sólo hay unas pocas subidas y bajadas suaves, antes de que el camino quede parejo y la Playa Manhattan está a la vista. Pasarás por el Parque para Casas Remolque de Dockweiler y a unos cuantos cientos de metros encontrarás El Segundo Beach Café, una parada costera al alcance del bolsillo con hamburguesas enormes y vistas libres del Pacífico.

El Muelle de la Playa Manhattan es un pedazo de arquitectura costera de fotografía, ¡ojalá lleves tu cámara!

De camino del Dockweiler al muelle, la pista para por debajo de unas enormes torres industriales de la refinería Chevron en las afueras del vecindario El Porto de la Playa Manhattan. La yuxtaposición de la arena y el surf y la arquitectura industrial es especialmente dramática desde la ciclopista por donde se pasa debajo de las enormes torres. Puedes encontrar surfistas alineándose a la sombra de estas torres en el lado sur de un pequeño embarcadero de rocas. Si te sientes con ganas de tomar un descanso rápido, éste es un excelente lugar para meter los pies en la arena y ver a los surfistas agarrar las olas.

Un poco más al sur y el escenario industrial cambia a uno de bajo perfil lleno de casas y edificios en El Porto. Verás el adecuadamente nombrado Surf Food Stand (“puesto de comida para surf”) saliendo de la pista, localizado convenientemente en caso de que necesites un café o un burrito de desayuno. Toma una desviación fuera del camino hasta Rosecrans Avenue y Highland y ve al  Fishbar, Pancho’s Restaurant, o cualquiera de las muchas otras opciones para comer y beber en El Porto.

Desde aquí es una línea recta hasta el emblemático Muelle de la Playa Manhattan, probablemente notarás cómo el tráfico en la pista empieza a engrosarse de nuevo en dirección al muelle. Una vez que llegues al muelle es recomendable andar a pié ya que tiende a haber mucho tráfico de gente yendo y viniendo. Decenas de bicicletas estarán encadenadas a las rejas que rodean el muelle, y sería buena idea que hicieras lo mismo para poder explorar un poco.

El Muelle de la Playa Manhattan tiene una elegancia que la hace altamente fotogénica. El muelle es una mezcla perfecta entre el bullicio del Muelle de Santa Mónica y la simplicidad del Muelle Pesquero de Venice. Hay un pequeño acuario para tocar en una rotonda en el extremo. Hay bancas delineando el muelle, así que puedes tomar asiento y simplemente disfrutar de la vista oceánica. Al anochecer las lámparas se encienden, creando un ambiente agradable. El Manhattan Beach Boulevard va cuesta arriba y tierra adentro desde el muelle, y contiene toda clase de opciones de estacionamiento, compra y cena. Los más cercanos a la pista son el Brewco y The Strand House.

Disfruta de un paso relajado y de la amplia ciclopista mientras vas de un muelle a otro por el camino.

Desde el Muelle de la Playa Manhattan haya algunos cientos de metros de pedaleo relajado hacia el sur a la Playa Hermosa hasta que llegues a la Calle 35. Aquí la pista se separa y continúa por Hermosa Avenue (donde también hay una buena ciclopista), pero querrás tomar el camino para peatones que va en ángulo recto hacia la playa y va en paralelo a la arena. Notarás inmediatamente que el camino de pronto se vuelve más amplio y suave, y hay más gente caminando, así que ten cuidado. Este gran y hermoso camino para peatones es lo que tradicionalmente se le había llamado El Hilo. Disfruta el paso lento del Hilo recto como flecha mientras llegas al Muelle de Playa Hermosa. No hay sorpresas aquí, sólo intermitentes torres de guardacostas y arena dorada hasta donde se puede ver.

La pista se cruza con Pier Avenue en el Muelle de Playa Hermosa y de nuevo tienes la opción de seguir pedaleando o bajarte y explorar el muelle. Igual que la Playa Venice, el Muelle de Hermosa es un simple muelle pesquero pero ofrece grandes vistas de la costa y es una bienvenida distracción si necesitas un descanso de la bicicleta. Una gran colección de negocios se amontonan alrededor de Pier Avenue, dándole a los ciclistas suficiente comida y bebida de donde escoger. El Good Stuff, The Mermaid, Scotty's y Hennessey’s Tavern son las opciones más populares que se encuentran cerca de la pista.

En el extremo sur del Marvin Braude, la Redondo y la Torrance son las últimas playas antes de los acantilados del  Rancho Palos Verdes.

Desde Hermosa hasta Redondo es un viaje confortable por el Hilo. Una vez que llegues a la Playa Redondo, específicamente el puerto recreativo de la Playa Redondo, la pista dejará la playa y se conectará con Harbor Avenue, donde una línea especializada para bicicletas (pintada en verde y separada del tráfico con un camellón) se impondrá por algunos cientos de metros hasta que el camino salga de Harbor Avenue, y pasa por el Paseo Marítimo Internacional, el Puerto Pesquero y el Muelle de la Playa Redondo. El paseo y el muelle están rellenos de lugares donde detenerse, agarrar algo de comer y observar el escenario. Este centro costero tiene un montón de tráfico a pié y es muy popular, especialmente los fines de semana, aunque la pista logra sacarle la vuelta a la mayor parte del tráfico peatonal.

Puedes salir del camino y rentar un hidropedal si estas cansado de estar en tierra seca o tomar una desviación en un bote con fondo de cristal. Como otras tiendas en nuestro viaje costero por Los Ángeles, puedes pasar el día explorando la Playa redondo con facilidad. El Basq Kitchen, King Harbor Brewing y R10 Social House son excelentes lugares para pararse por comida o bebida justo al lado del camino. La ciclopista te permite pasar de volada por el paseo marítimo y el puerto pesquero, y salir por el otro lado del muelle.

El tramo final del Marvin Braude continúa por dos tres kilómetros al sur hacia el dramático escenario de los acantilados en el mar del Rancho Palos Verdes. Disfruta de estos tres últimos kilómetros de pista desde Redondo hasta Torrance. Es pura arena y mar, la misma definición pacífico.

Después de 36 kilómetros, el Marvin Braude por fin termina en el Perry’s Cafe en la Playa Torrance. La playa continúa por una corta distancia a pié del Rancho Palos Verdes, pero la pista se terminó.

¡Date una palmada en la espalda, acabas de viajar por una de las mejores ciclopistas de L.A. y visitado algunos de los más icónicos lugares en la costa del sur de California!