48 Horas en Los Ángeles: Itinerario Gastronómico

Los chefs Brooke Williamson y Nick Roberts han hecho un buen nicho en Playa del Rey, el tranquilo vecindario costero que ayuda a conectar a L.A. con la Bahía Sur. Tienen el “gastrobar” The Tripel y la tienda culinaria Tripli-Kit, pero es el Playa Provisions su principal atracción. Este multifacético recinto ofrece el Restaurante “Dockside”, el bar de whisky Grain, la tienda de helados Small Batch, y el café King Beach. Consigue un asiento en la mesa comunal y recarga tus energías con porchetta y huevos, waffles de manzana con mantequilla, o un impactante sándwich de desayuno con salchicha de tocino de pavo, queso gruyere, coles, aguacate y huevo. El chef de postres Kristin Feuer ayuda a llenar el mostrador con tentaciones como donas, croissants tipo pretzel, y bizcochos con dulce de leche. También tienen una completa barra de cafés ofreciendo granos Victoria, que deberían ayudarte a aclimatarte en L.A.

El chef David LeFevre claramente ha hecho su lugar en Manhattan Beach. El nativo de Wisconsin es también el chef ejecutivo y copropietario del Manhattan Beach Post y del asadero The Arthur J con los hermanos Simms (Mike y Chris) en la misma calle. El Fishing With Dynamite es su puesto en una lejana esquina ventosa, con una pequeña barra de mariscos crudos, un elegante arte enfocado a la comida, y algunos de los más creativos platillos de mariscos en L.A. Comienza con platillos de moluscos que varían de tamaño desde el The SS Minnow hasta el The Mothershucker. Las opciones de mariscos son de dos categorías: Vieja Escuela y Nueva Escuela. Esto significa que puedes fácilmente ordenar una reglamentaria crema de almeja estilo Nueva Inglaterra, pastel de cangrejo azul de Maryland, o pulpo a la parrilla con salsa de tomate ragú. También hay especiales escritos a mano en el menú. Asegúrate de ordenar los rollitos de calabaza Cape Cod de la Mamá de David, que vienen con mantequilla de romero.

El Fishing With Dynamite en serio se beneficia de la brisa marina, pero para obtener todo el efecto completo, dobla la esquina para llegar al The Strand House, el restaurante de dos niveles de Michel Zislis con apreciadas vistas del Océano Pacífico y el muelle del Manhattan Beach. La chef de postres Stephanie Franz comenzó a preparar donas en 2015, y son únicas en su género. Mejor aún, puedes tener una probada de donas de brioche alzado en sabores como el de vaina de vainilla tahitiana, fresa y caramelo con sal de mar.

Torrance es un semillero de cerveza artesanal, con cervecerías como Strand, Smog City, HopSaint y el Monkish Brewing quienes ayudan a formar un corredor particularmente artesanal. El Monkish Brewing, un parque industrial del teólogo Henry Nguyen y su esposa Adriana, ofrece algunos de los más interesantes vertidos en L.A. La cervecera inspirada en Bélgica promete “Cerveza, Esperanza, Amor”. El Monkish sirve de 12 barricas de cerveza estilo belga, muchas de ellas elaboradas con ingredientes aromáticos como flores de sauco (Crux), hibiscos (Feminist) y flores de jazmín (Lumen). Nguyen también experimenta con cultivos salvajes como la brettanomyces. Sus recientes ofertas incluyen el Haiku de Saison, un vibrante tart saison añejado en toneles de roble para vino blanco.

En Mar Vista, Demetrios Mavromichalis ha dominado el mercado con su café de especialidad. La relajada tienda con paredes forradas de arte y un espacioso patio trasero, en un punto de reunión en el vecindario para los creativos y los ciclistas. Café de Sightglass alimenta las bebidas de tipo espresso con rociadas de arte, junto con café preparado.

Nadie representa mejor a la comida sureña en L.A. que el chef Brian Dunsmoor. Él y su socio Jonathan Strader han creado un progresivo escaparate para la comida de temporada en el “Salón del Hacha”. El desmadejado restaurante es llamado así por la activista contra las bebidas alcohólicas Carrie Nation, quien usaba un hacha, aunque el salón es menos amenazador. La barra incluye ostiones y jamón de campo de diferentes edades, de diferentes estados sureños, incluyendo Edwards de Virginia y Johnston de Carolina del Norte. Una parrilla de leña en todo, desde los filetes hasta las zanahorias. Los vegetales de temporada son indispensables, igual que los panecillos de sésamo de edición limitada y las chuletas de cerdo Peads & Barnetts. El director de vinos Maxwell Kelley Leer es un energético comodín que bien puede servirte Tempranillo o un vino blanco con “pastillas de poder” (o sea, Skittles).

En este restaurante, el Beau du Bois ha sido una constante fuente de inspiración para la barra, restaurante que se encuentra localizado junto al Hatchet Hall. Aunque el The Corner Door sirve comida, su fuerte son los cocteles. Paredes de ladrillo enmarcan la barra con forma de bumerán, banquetas estratégicamente colocadas o la mesa comunal son las opciones para los cocteles agitados, los revueltos y los de temporada, todos los cuales vienen con sus notas de cata, tales como “notas aromáticas tiki” y “notas de hoguera”. Las opciones llamativas incluyen el “Taco Truck”, una humeante bebida con mezcal, piña, Campari de canela y vermut dulce.

Sang Yoon es el padrino de los “gastrobares” de L.A., y el puesto Helms Bakery del Father’s Office es incluso más impresionante que el local original en Santa Mónica. El pulcro y elevado espacio presenta un bar con cerveza artesanal “mirror image” y barricas de vino, 36 por lado. La infame hamburguesa incorpora cebollas caramelizadas, compota de tocino ahumado con madera de manzano, queso gruyere, queso azul Maytag y rúcula en un pan baguette. La carne con papas es mucho menos conocida pero igual de notoria, con filete de primera servido con manteca de tocino y crujientes papas fritas finas.

La chef de postres Lisa J. Olin y su socio construyeron su reputación distribuyendo a cafeterías de especialidad. En 2015 finalmente abrieron su propia panadería al público en Mid-City con una fachada de color rosa pastel, y blancas paredes alineadas con viejas recetas y un letrero en rosa neón que dice “Disfruta la Vida, Come Pastel”. El Cake Monkey es reconocido por sus versiones gourmet de golosinas de la infancia, incluyendo pop pies y sándwiches de pastel. Encontrarás babka de chocolate y croissants en la mañana, considerables rebanadas de pay de manzanas cocinadas en sidra con doble cheddar rayado y pastel marmoleado malteado.

Un gran tiburón blanco señala tu llegada a este moderno café bar de un equipo de ensueño australiano. Jim Ng (del Paramount House), Mark Dundon (del Seven Seeds) y Russell Beard (del Reuben Hills) le trajeron un aire de Sydney a un tramo de la calle Fairfax. Su cafetería de madera y concreto ofrece múltiples opciones en granos de café, incluyendo granos de compañías que no encontrarás en ningún otro lado de L.A., y eso incluye el Reuben Hills. Si eres un abstemio del café, también ofrecen malteadas de leche agria y Vegemite®, así como limonada quemada.

Aunque fácilmente quedarías satisfecho en el Jon & Vinny’s, deja un poco de espacio para algo de la mejor comida tailandesa en los EE.UU. El chef Tui Sungkamee y su hermana Jazz Singsanong tienen un único e incendiario menú del sur de Tailandia, que se ha expandido exponencialmente a través de los años. Sus platillos insignia incluyen ensalada moderadamente condimentada de coco y mango con nueces de la india, cebolla pelada, camarón y ajo picado. Los mejillones de labios verdes al vapor llegan en un picante caldo de limoncillo con chiles y albahaca tailandesa. Se sabe que los hermanos incorporan ingredientes exóticos a los platillos como hígado de cocodrilo y pescado, por si te atreves.

Randy Clement del Silverlake Wine, y el por largo tiempo chef del Mozza, Matt Molina, quienes fueron contratados con un día de diferencia en el gran Campanile, hicieron equipo en el maravilloso Distrito de las Artes. Molina está creando platillos dignos de cualquier hambre como hamburguesas, muslos de pollo en barbacoa, y crujientes biscochos de leche agria. Clement empareja las cosas con los hermosos vinos de la vinatería adyacente, y el otrora estrella del bar Soho House, Chris Ojeda, está mezclando balanceados cocteles. Bono: el bar es hogar de un gran patio trasero bañado por el sol, con mesas de picnic, una cancha de bocce azul y vistas aéreas.

Este restaurante italiano de influencias mediterráneas puede estar ubicado en un callejón sin salida del Distrito de las Artes, pero eso no puede detener a la Bestia, un coloso de los chefs Menashe y Genevieve Gergis. El espacio hecho de ladrillo industrial, madera y acero ofrece candelabros con estilo de gancho de carne, una cocina abierta e ilimitada energía. La cocina realmente sabe cómo preparar sabrosa comida del animal completo, incluyendo salumi (carne salteada) casero, cuello de borrego a la leña, gnocchetti de espinaca reforzada con espina asada, y molleja de pollo asada a la cacerola. Las pizzas a la leña también son de lo mejor que hay en el pueblo, al igual que las pastas de lujo. Guarda espacio para los postres de temporada del chef Gergis, que tienen mucha finura y pueden ser zeppola de nuez condimentada con crema untada y nieve de café.

Esta cervecera del propietario del dominante 213 Group y de la Cervecera Blue Palms del centro de la ciudad, Brian Lenzo, recibe mucho cariño. El otrora espacio del Crazy Gideon es ahora como un Coney Island de las cervezas artesanales, con skee-ball, ping-pong, dardos, y el juego de arrojar la bolsa de maíz. Mejor aún, el espacio no es de mal gusto en lo absoluto, con una barra central, equipo para fabricar cerveza incorporado, un patio techado, y un puesto de Fritzi Dog residente. Las matizadas cervezas del maestro cervecero Devon Randall incluyen la cerveza dorada de miel Busy Bee y el Kablamo Rye estilo IPA (cerveza pálida de India).